No importa quién, cuándo, dónde
ni por qué. Todos, en algún punto, necesitamos ser salvados de nosotros mismos.
Sin embargo, es probable que no nos demos cuenta de ello hasta que suceda.
Personalmente, yo lo viví este año. Sí, antes no comprendía del todo el
significado de la frase en latín “serva me, servabo te” que en español
significa “sálvame y te salvaré”.
Realmente puede ser aplicada a la vida cotidiana;
podríamos interpretar que el simple hecho de tener un amigo implicaría, de
alguna forma, “salvarse mutuamente”. Más allá de eso, creo yo, estamos
predestinados a encontrar una persona
que cambiará nuestras vidas para siempre. Es extraño, de un momento a otro todo
se transforma...mejora. Lo sentimos dentro. Esa es la persona que no queremos perder jamás y por la que
daríamos absolutamente todo. La persona que, creemos, debemos salvar de sí misma ¿Una misión "espiritual" que debemos cumplir antes de partir? Tal vez.
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