sábado, 10 de agosto de 2013

The fuckin big sister

  El primer hijo; el hijo de "prueba", la primera experiencia con la que los padres se "entrenan" a sí mismos a la hora de criar. El cosentido principal de la familia hasta que... si, nace el hermano menor acaparando toda la atención, el nuevo "bebé" de la casa. 

  Todos aquellos que sean los hermanos mayores sé que podrán entenderme. Somos, de alguna manera, los que damos las órdenes, los ejemplos a seguir de nuestros hermanos más chicos (por lo menos en su niñez). Experimentamos los celos de no recibir toda la atención a la hora de dejar de ser hijos únicos, y además, pasamos a tener la responsabilidad de ser "el mayor", el modelo ejemplar de ahí en adelante. Somos los primeros amigos de nuestros otros hermanos, razón por la cual es normal que en un principio quieran imitar todo lo que hacemos; construimos (o no) una relación muy cercana a ellos.

  Como todo en la vida, hay ventajas y desventajas. Por un lado, el hecho de ser el más grande nos da mayor autoridad en todo sentido; desde obligar a los más chicos a hacer ciertas cosas por nosotros, hasta decidir por ellos en algunas cuestiones. Si, experimentamos una sensación de "poder" sobre ellos de alguna forma.

  Por otro lado, el hecho de que prueben todo con nosotros primero es una gran desventaja. En mi caso, al ser mujer y tener una mamá un tanto "chapada a la antigua", me dejaron empezar a salir sola ya cuando era bastante grande. Mi hermano, en cambio, comenzó a salir solo tres años antes que yo ¿Gran injusticia, no? Así es, esto es todo lo que el hermano mayor debe aguantarse por parte de sus padres. Sin embargo, si hay algo que no envidio para nada, es ser la "bebé de la casa"; tengo la leve sospecha de que mi hermano ocupará ese lugar toda su vida, sin importar que ya viva solo, esté casado, tenga hijos o esté jubilado (sí, estoy hablando muy seriamente).

  En fin, sin importar las diferencias que tengamos, sé que mi vida sin él sería total y completamente diferente; un tanto aburrida creo yo. Digo, ¿con quién hubiera peleado tantos años si no hubiera sido con él? ¿o inventado los juegos más tontos? Hay momentos y vínculos que solamente se crean entre hermanos, quienes pueden entenderse  mejor que nadie.


martes, 6 de agosto de 2013

When you are gone

  Sensación total de impotencia, de vacío. Es inexplicable lo mucho que significás para mí y toda la falta que me hacés en este momento. Necesito poder verte y que me digas: “todo va a estar bien, ya nunca vamos a volver a separarnos”; necesito que estés conmigo y ya nunca me sueltes la mano de nuevo. Sos una parte esencial en mi vida, me ayudás a querer avanzar, a ser una mejor persona, me inspirás a seguir adelante por más difícil que esto sea. Siempre y para siempre mi otro yo, mi ejemplo a seguir. Tan parecidas, pero al mismo tiempo tan diferentes. Mi abuela, mi segunda mamá, mi hermana mayor de alguna manera.
  Quiero, necesito, que todo salga bien, que todo vuelva a ser lo que era hace algunos años atrás. Tanto tiempo sin verte, extrañándote, teniendo que ingeniármelas para no pensar en lo que me hace falta; sino en todo lo que me enseñaste cuando pudiste.
 Te amo, no importa lo que pase, el sentimiento nunca nada ni nadie va a poder cambiarlo.


lunes, 5 de agosto de 2013

Where dreams come true

  Soy de las que creen que cada persona tiene su lugar en el mundo, que cada quien se siente bien sin importar nada en un lugar específico, donde todo lo que sucede allí es mágico e inolvidable. No importa qué tan simple pueda ser el lugar, en tanto uno sienta que es ahí a donde pertenece, donde debe estar. Es allí donde se cruzan nuestras emociones, deseos, ambiciones; donde quisiéramos que los momentos fueran eternos. Sentimos paz, felicidad, armonía; sensaciones que son indescriptibles, propias de cada uno. Se trata, básicamente, de inhalar buenas vibras para exhalar aquellas negativas que no nos dejan avanzar.


  El lugar en donde yo me sentí hallada fue, nada más y nada menos, que en Estados Unidos (sí, tuve la suerte de poder viajar allí). No sé por qué exactamente, pero sí que fue lo que influyó en ese sentimiento. Por un lado, una de mis grandes pasiones: los juegos extremos; todo tipo de montañas rusas, atracciones, toboganes de agua y demás, lo que me hizo increíblemente feliz. Es de los pocos momentos en que puedo olvidarme de todo por al menos unos segundos o minutos, y simplemente dejarme llevar por la adrenalina recorriendo mi cuerpo entero. Sin embargo, creo que la verdadera razón fue el hecho de estar a miles de kilómetros de mi "realidad"; allí, tan lejos, tan desconectada, pude darme a la entera reflexión sobre mi vida. 
  Otro de los lugares en los que siempre me siento bien, es el centro de mi ciudad. Tal vez sea por el hecho de haber vivido allí de pequeña, o por haber ido tantas veces a ver a mi papá al trabajo. No lo sé, sinceramente. Sólo sé que cada vez que paseo por ahí siento una gran paz interior, y todo mi “yo” se desconecta del mundo por un rato. Una sensación en verdad hermosa.
 En fin, con esta reflexión simplemente quería lograr que cada uno pudiera visualizar “su lugar de pertenencia”, ya que no hay nada más placentero que estar allí para encontrase con uno mismo. Es una sensación tan, pero tan personal, que compartir las experiencias con otra persona siempre será interesante.

"People change, memories don't"


viernes, 2 de agosto de 2013

A Clockwork Orange

 Novela de Anthony Burgess traducida al español como "La naranja mecánica", publicada en 1962 y adaptada cinematográficamente por Stanley Kubrick en 1971. Gran cantidad de temas son los que giran alrededor de esta historia: ultraviolencia, robo, sexo, drogas, pandillas, conductismo, "libertad", entre otros; los cuales pueden ser analizados desde una perspectiva social, cultural e, incluso, psicológica (tanto a nivel narrativo como cinematográfico).
  Burgess mencionó que el título deriva de la expresión “As queer as a clockwork orange” ("tan raro como una naranja de relojería"), pero esta explicación no fue del todo convincente y pronto salieron a la luz nuevas interpretaciones. Se comenzó a rumorear que su idea original era titular el libro como "A Clockwork Orang" y que, tras una ultracorrección, terminó con el nombre que hoy todos conocemos.
  Esta otra versión se apoya en el hecho de que el autor trabajó como oficial de educación en Malasia después de la guerra, donde pudo aprender el idioma. La palabra "orang", en malayo, significa hombre. De esta manera, el escritor hizo un juego de palabras y, realmente, lo que el título significa es "El hombre mecánico", aludiendo al hecho de que una máquina puede programarse para desempeñar una tarea, pero siempre al costo de quitarle otra función. De hecho, en su ensayo "Clockwork oranges", el mismo Burgess menciona que "este título sería ideal para una historia acerca de la aplicación de los principios mecánicos a un organismo que, como una fruta, cuenta con color y dulzura". Se alude, entonces, a las respuestas condicionadas del protagonista; a las sensaciones de maldad que coartan su libre albedrío. Es decir, la imposibilidad de Alex para provocar daño a causa de la técnica de Ludovico, al costo de su incapacidad para defenderse 
  Así, entra en debate un hecho socialmente perturbador: ¿hasta qué punto es "correcto" intervenir en la autonomía de una persona?. En la película podemos observar claramente cómo Alex es torturado por la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven, hasta el punto de intentar suicidarse. Entonces, ¿vale la pena pagar el precio de no poder controlar ciertos impulsos, con el fin de reinsertarse en la sociedad? Las respuestas a la pregunta son diversas.