Cuenta regresiva. Simplemente 7 días para que todo esto llegue a su fin; en tan sólo cuestión de horas no será más que un gran, gran recuerdo... lleno de alegrías, tristezas, frustraciones y anécdotas. Es increíble cómo recién en estas instancias puedo percatarme de todo lo que viví y aprendí en estos cinco años de secundaria; definitivamente me llevo conmigo memorias imborrables e irreemplazables. Desde los asustadizos pasos en ese bendito primer año, con el miedo de empezar una nueva etapa para dejar atrás el primario; hasta mis próximos últimos pasos, recibiendo el diploma de graduación para iniciarme en la vida por mi cuenta. El comienzo del fin.
No hay manera en la que pueda compartir con exactitud mi experiencia personal a lo largo de esta etapa. Lo que sí puedo hacer, es contar todo lo que aprendí y llevaré siempre conmigo. Para empezar, el eje principal de enseñanzas giró en torno a mis relaciones personales. Básicamente, entré en primer año con una "perfecta" relación hacia algunas personas... y me despido de quinto casi sin decirles "hola" o "chau". Es así. Todo cambia, todos cambiamos, y uno finalmente se da cuenta quiénes merecen estar en su vida y quiénes no, por más doloroso que esto último sea. Las alegrías, emociones y llantos generados en esta etapa son algo que no volverán; todo ocurrió en este momento, con esta gente. Jamás volverá a ser lo mismo. Personalmente, creo que lo que hará mantener viva la secundaria dentro de mí serán las fotos; con ellas podré recordar aquello que me hizo bien en su momento, renovando las energías para seguir adelante.
Soy de las que piensan que probablemente después del secundario nunca volvamos a estar tan felices y despreocupados al mismo tiempo; es ahora que empiezan nuestras mayores responsabilidades y demás, por lo que se podría decir que recién comenzaremos a construir nuestro propio camino. Nuestro propio comienzo, con nuestro propio final... La vida interpretada como el comienzo del fin.
No hay manera en la que pueda compartir con exactitud mi experiencia personal a lo largo de esta etapa. Lo que sí puedo hacer, es contar todo lo que aprendí y llevaré siempre conmigo. Para empezar, el eje principal de enseñanzas giró en torno a mis relaciones personales. Básicamente, entré en primer año con una "perfecta" relación hacia algunas personas... y me despido de quinto casi sin decirles "hola" o "chau". Es así. Todo cambia, todos cambiamos, y uno finalmente se da cuenta quiénes merecen estar en su vida y quiénes no, por más doloroso que esto último sea. Las alegrías, emociones y llantos generados en esta etapa son algo que no volverán; todo ocurrió en este momento, con esta gente. Jamás volverá a ser lo mismo. Personalmente, creo que lo que hará mantener viva la secundaria dentro de mí serán las fotos; con ellas podré recordar aquello que me hizo bien en su momento, renovando las energías para seguir adelante.
Soy de las que piensan que probablemente después del secundario nunca volvamos a estar tan felices y despreocupados al mismo tiempo; es ahora que empiezan nuestras mayores responsabilidades y demás, por lo que se podría decir que recién comenzaremos a construir nuestro propio camino. Nuestro propio comienzo, con nuestro propio final... La vida interpretada como el comienzo del fin.
Dos de las canciones que más me inspiran para cerrar esta etapa:
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